viernes, 21 de junio de 2013

SEMBLANZA DE DOÑA FAUSTINA, MADRE DE ALEJANDRO CASONA

Alejandro Casona 
 y Doña Faustina Álvarez García
 


         Entre las maestras que han pasado por las Escuelas de Miranda de Avilés cabe destacar a doña Faustina Alvarez García, madre de Alejandro Casona, la cual regentó esta escuela desde 1910, mes de octubre, poco más o menos, hasta 1916, mes de junio o julio.
         Aunque en todas partes aparece como natural de Canales (León), incluso en la correspondencia de toda su familia, lo cierto es que su lugar de nacimiento fue en Renueva (León), el día 15 de febrero de 1874, según acredita la partida de Bautismo.
         Sus primeros años y primeras letras tuvieron el escenario de Canales en la casa llamada de Los Balcones, cerca de la Iglesia Parroquial, casa señorial pero que por razón de herencias y las divisiones que en ella se llevaron a cabo hoy se haya en mal estado, aunque no deja de traslucir lo que debió de ser hace años.
 De inteligencia poco común, más de una vez algún profesor gustaba de conversar largamente con ella, cautivado por sus observaciones y por las ideas personales que aportaba al diálogo.
         Obtiene en sucesivas oposiciones las plazas de Llanos de Alba (León) donde desempeñó por 90 pesetas cada curso, el magisterio durante dos años, Besullo (Cangas de Narcea), Barcia (Luarca) y Miranda de Avilés, última plaza que desempeña como maestra.




fotografía de Casona dedicada a una muchacha mirandina

 Durante esta época hubo dos hitos importantes en su vida: el primero tuvo lugar en Llanos de Alba que fue su primera escuela. Hacía equipo con otras maestras de los contornos compartiendo todas la misma casa. Un día, estando asomadas al balcón (aún existe) vieron pasar a un joven, acompañado de un mozo del pueblo. Llevaban un caballo cargado con una maleta y un paquete de libros. Era el nuevo maestro de Riello, que había llegado en tren hasta La Robla donde había ido un propio del pueblo a esperarle. Cambiaron unas palabras, y las jóvenes maestras lo invitaron a subir, ofreciéndole el tradicional chocolate, muy en boga por aquellos años y lugares. Según palabras del futuro padre de Alejandro Casona: "aquel chocolate fue el principio del fin". El maestro se llamaba Gabino Rodríguez Álvarez. Lógicamente todo terminó en boda. Esta tuvo lugar en Canales, parroquia de san Adriano, Arciprestazgo de Carbajales y entonces diócesis de Oviedo, el día seis de octubre de 1897, según reza la partida de matrimonio.
 Luego empezaron a llegar los hijos: Teresa que nació en Canales de León, Matutina y Alejandro en Besullo, José en Barcia y Jovita en Santo Domingo de Miranda, Avilés.
         El segundo hecho de aquellos años fue su llegada a Miranda en 1910 cuando contaba 36 años. Fue su última escuela puesto que aquí preparó las oposiciones a Inspectora. En Miranda desarrolla una labor docente y social extraordinaria: escribe en la prensa, idea la creación de una Cantina Escolar para las niñas pobres, que no llegó a funcionar por tener que ausentarse cuando estaba a punto de ponerse en marcha, a su vuelta de las oposiciones funda la Mutualidad Escolar "Perpetuo Socorro"  la primera que funcionó en Asturias para niñas... Ella misma nos cuenta cómo nació su Mutualidad: "...convoqué el jueves a las madres de familia, les hablé de las grandes ventajas de la Mutualidad, de la necesidad de implantar la de niñas en Miranda, y el resultado fue la inscripción de 40 mutualistas que apostaron la peseta que ha de figurar como primera imposición en la libreta de dote infantil reservado...".
         Así nació la Mutualidad de niñas, de la que su fundadora es a la vez secretaria, y secretaria adjunta su hija Matutina Rodríguez Álvarez. Presidenta lo fue doña Araceli Fernández de Valdés, y presidenta adjunta la niña Consuelo Suárez García "la Pachica".
         Paralelamente funcionaba ya la "Mutualidad Escolar Artime" fundada por don José Fernández Artime, otro benemérito maestro de niños en Miranda.
 Escribe artículos en la prensa diaria y concurre al Certamen que sobre Mutualidad Escolar organiza, con carácter nacional, la Federación Nuestra Señora de la Victoria de Melilla (Mutualidades Escolares), siendo premiado su trabajo como hace constar en nota a pie de página el maestro Artime en la Memorias de su Mutualidad Ejercicio 3º (pág. 100-127). Bibliografía.
         De su labor literaria en Miranda queda constancia, como hemos dicho, en las páginas de La Voz de Avilés; además del trabajo antes citado y los sabrosos comentarios o crónicas sobre conferencias  programadas en la Escuela por la Mutualidad y que todas van firmadas indefectiblemente por "La Maestra de Miranda", y en las que se refleja y aflora su talante e intuición de pedagoga, periodista y escritora, en una palabra, de la madre de Casona.
          Tiene publicado un folleto apenas conocido: "La Maestra leonesa frente al problema del analfabetismo", Imprenta Provincial, León 1926.
         A Miranda llega en el verano o acaso al comenzar el curso de 1910, así se deduce de uno de sus artículos en los que hace su presentación a las madres de Miranda. Una vez puesta en contacto con la problemática social del pueblo trata por todos los medios de fundar una Cantina Escolar que no pudo llevar adelante debido a diversas causas que ella expone en otro de sus escritos, a pesar de estar ya muy avanzadas las gestiones.
         Funda la Mutualidad "Perpetuo Socorro", paralela a la del maestro Artime, pero teniendo la vista puesta en sacar unas oposiciones para las que se preparaba concienzudamente, acaso restó brillantez a su labor con las niñas de la Escuela. Las largas ausencias de la maestra se dejaban notar entre las alumnas que quedaban en manos de maestras interinas y de alumnas aventajadas que más tarde llegarían todas a maestras. No obstante estaba entregada de lleno a la enseñanza compaginando estudio, trabajo, enseñanza, y educación e incluso publicación de artículos en periódicos y revistas como, además de La Voz de Avilés, en La Voz de Asturias, La Previsión popular etc.
         Su hijo Alejandro Casona venía por temporadas, hablaba mucho y siempre estaba leyendo y escribiendo, pero estudiaba poco. Tenía una novia en Madrid y era Consuelo quien le daba el dinero para escribirle.
 De la estancia de Casona en Miranda he podido recoger varias anécdotas, unas de labios de los ancianos de Miranda:Amaro, la citada Consuelo, otras de don José Rodríguez, hermano de Casona, etc. Empezaremos por el artículo que el propio Casona escribió sobre su estancia en Miranda. En carta de su hermano 8/06/71 don José Rodríguez Alvarez,abogado, maestro y Licenciado en Filosofía y letras me decía: "...no he podido encontrar el artículo de Alejandro sobre el Rey de la Patagonia, en sus tiempos escolares en Miranda, aunque sí sé que lo conservo (salvo que algún amigo - lo que no recuerdo- no me lo haya devuelto)". Lo que sí tenemos es el artículo que desde Argentina le dedicó en el aniversario de su nacimiento.
         El mismo problema que había tenido Doña Faustina con su su madre incapaz de comprender para qué servía una hija estudiada lo tuvo Casona con la suya aunque por diverso motivo. La maestra deseaba que sus hijos fueran adictos a la lectura y al estudio organizado. Alejandro no miraba para los libros, nos dice doña Consuelo, "no sé cómo diablos podía aprobar. Apenas estudiaba o al menos yo nunca lo veía con los libros. La madre iba con frecuencia al Instituto. Los profesores no se andaban con chiquitas: "Sabemos que no mira una lección pero en los exámenes él se defiende. Cómo se arregla eso no lo sabemos". Y añade doña Consuelo "sobre todo lo que se dice las matemáticas no las podía ver ni en pintura". Este detalle se traslucirá curiosamente años después en su obra Nuestra Natacha escrita durante un verano en la casa, hoy Villa Faustina, de Canales. Alejandro prefería más que nada escribir. Era lo suyo. recuerdo que en aquel entonces andaba a vueltas con una novelita que él había titulado "Cabecita loca". De vez en cuando se acercaba y me decía:
           -Oye Consuelo, ¿qué te parece que haga con este personaje?
             -No sé, los cuentos terminan siempre en boda ¿no crees? Me imagino que en las novelas pase igual...
             -No, mujer, este es el que tiene que morir, siempre tiene que morir alguno
             -Hombre Alejandro, por Dios... no, no lo mates...
         Así, mientras su madre lo creía estudiando el escribía aquella novela que a la vez trataba de explicármela, preguntándome y respondiendo como si de una obra de teatro se tratara..."
         Doña Faustina innovó en Miranda nuevos métodos de enseñanza. Las maestras anteriores no sabían más que andar con el palo en la mano repitiendo lecciones y copiando. "Yo, dice Consuelo, que era de las más adelantadas, cuando vino doña Faustina no sabía colocar las cantidades para sumar. Ella exigió una libreta a cada alumna que titulaba "Libreta de cosecha propia" donde se hacían resúmenes de lecciones, de alguna explicación que había dado en clase, redacciones, observaciones personales de la vida del pueblo... etc., trabajaba con vocación"... "Cuando su hija Teresa empezó a estudiar y ella le preparó el programa de ingreso me preparó también a mí al mismo tiempo porque me decía que yo valía, aunque en mi casa no querían que estudiara porque, según ellos, no tenían con qué pagarme los estudios, pero ella insistía en que sí, que era una pena que no estudiara, hasta que los convenció. Luego consiguió del Ayuntamiento de Avilés que crearan una auxiliaría para Miranda porque siempre llevé muy buenas notas".
          En cuanto a la anécdota de que Casona aprendió en esta escuela a leer Consuelo dice que no le parece, pues Casona era de los que no necesitaban ir a la escuela para aprender a leer, seguramente aprendió en casa con su madre.
 Vivía sola en la Casa del Faro y únicamente estaba yo con ella que vivía en aquel entonces en la casa Cuartel aunque dormía allí también con ella. La niña estaba en la cuna, tenía dos camas en la habitación: en una dormía ella y en la otra Teresa que era la hija mayor y yo. No había luz y alumbrábamos con una vela.
         De Miranda va Murcia en 1916 donde saca las oposiciones  Inspectora de Enseñanza primaria llevando el número 1, es la primera mujer que obtiene este título en España. Estando examinando se en Madrid una de las compañeras le aconseja que es mejor que se retire de la oposición porque al verla tan humilde y sencilla y pequeñita no la consideraba estar a la altura de las demás. Faustina calla y sólo espera que lleguen al final donde con gran sorpresa y admiración del Tribunal y opositores lleva el número 1 con bastante ventaja sobre los demás. El Presidente de las oposiciones desea conocerla para cambiar impresiones sobre algunos temas de la oposición y queda sorprendido de aquella inteligencia tan despierta y de la personalidad de aquella mujer.
         Regresa enseguida a Canales y desde el balcón de su casa habla a sus gentes animándolos para que siempre permanezcan unidos y dispuestos para mejorar el pueblo.
         Aprobadas las oposiciones va destinada de Inspectora a Murcia con toda su familia y allí empiezan los estudios algunos de sus hijos, Casona, entre ellos.
 Más tarde va a Palencia, puesto que el clima de Murcia no le sienta bien y de aquí regresa a León como Inspectora. Como está cerca de casa poco a poco levanta allí una vivienda que lleva aún el nombre de "Villa Faustina".
         Estando de Inspectora en León da conferencias, alguna de ellas ha sido publicada, y visita con frecuencia las escuelas. Había muchos pueblos abandonados e incultos por completo causa a veces de los mismos maestros. Llegaba por sorpresa a las escuelas. Estaban despistados y los maestros se disculpaban argumentando que los niños se ponían muy nerviosos. Entonces ellas les manda rezar el padrenuestro, y una vez que terminaban, decía a la maestra: Ve usted, para rezar el padrenuestro parece que no se ponen nerviosos, es que lo saben bien... Ella era sobre todo muy maestra.
         Por estos años ya se resentía mucho de la garganta. Por la mañana, dice Consuelo, iba yo a la oficina y le traía el correo después de registrar lo que tenía que registrar y lo demás lo hacía ella en casa. Después que yo marché siguió muy mal. Ella no lo sabía, lo sabía sólo su hija.  Los caldereros de Miranda que recorrían esta zona, sobre todo la familia delMerín, pasaron más de una vez a visitarla a Canales cuando ya la enfermedad la tenía acorralada. Gustaba recordar hechos, personas y anécdotas de su escuela de Miranda.
         Fue un un 10 de octubre de 1927, cuando apenas había empezado el curso escolar, para ella la carrera final, el último y definitivo salto en el escalafón, cuando a la edad de 53 años dejó de existir, tras varios meses de dura enfermedad en el que fue tenido por muchos como su pueblo natal, muriendo víctima de un cáncer de garganta. Algunas de sus alumnas lo achacaban a lo mucho que esforzaba su garganta en la escuela y luego en charlas, conferencias, etc.
  

ENLACE A LA REVISTA ASTURIANA DE TEATRO: LA RATONERA- Nº 9, SEPTIEMBRE DE 2003:  
Faustina, madre de Casona                                                                    
por pilar Murillo

http://www.la-ratonera.net/numero9/n9_faustina.html



ENLACE A: Faustina Álvarez García: la señora maestra
 «Mi madre consideraba el estudio como ocupación poco digna de una mujer»    por José Ignacio Gracia Noriega

ALEJANDRO CASONA, UN EDUCADOR ENTRE BAMBALINAS por Carmen Diego Pérez Universidad de Oviedo

ALEJANDRO CASONA, UN EDUCADOR ENTRE BAMBALINAS
Carmen Diego Pérez
Universidad de Oviedo

“Casona, pedagogo”, “Maestro y misionero” y “La pedagogía libertaria de Nuestra Natacha” son títulos de sendos artículos publicados 1966 y en 1986 respectivamente, que intentan dar cuenta de esta faceta del dramaturgo e Inspector de Primera Enseñanza Alejandro Rodríguez “Casona”. Las huellas de su formación, ambiente familiar y experiencia educadora en su obra literaria —conocida en decenas de países— son
destacadas en innumerables ocasiones. Es, sin embargo, de su producción literaria de la que los investigadores destacan esa faceta, faltando estudios de su labor educadora desarrollada antes del exilio a América. En el Congreso Internacional celebrado en Oviedo en el 2003, con motivo del centenario de su nacimiento, se vuelve a hablar de él como pedagogo sin abordar decididamente esta cuestión, lo que unido al homenaje que 125 Inspectores de Primera Enseñanza de España le hicieron, en 1935, por pertenecer “a esa gloriosa estirpe de maestros-poetas”,  me animó a revisar la acción educadora de este
asturiano. Su labor como Inspector de Primera Enseñanza desde 1928 y su participación
especial en la obra de Misiones Pedagógicas —hasta su exilio en febrero de 1937— serán
objeto de estas páginas, precedidas de unas breves notas biográficas relativas a su
formación.

http://www.doredin.mec.es/documentos/01720073000134.pdf

jueves, 20 de junio de 2013

Anuncio del ABC de Madrid del 24 de abril de 1964 sobre el estreno de La dama del Alba

BELLAS ARTES: LA DAMA DEL ALBA


http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1962/04/24/080.html

Reportaje de Manuel del Arco a Alejandro Casona con motivo del estreno de La dama del alba en Mano a Mano

05/09/11


Alejandro Casona - 8 Octubre 1963


Alejandro Casona, autor teatral que hace poco más de un año regresó a España después de 25 de ausencia, para estrenar aquí "La Dama del Alba". Hoy nos viene a estrenar "La barca sin pescador" pero la entrevista de entonces que publicamos sigue siendo actualidad periodística.

- ¿Era necesario que lo conociéramos nosotros?
- La obra no está verdaderamente estrenada hasta ser juzgada por mi pueblo para quien la he escrito. Si el público dice no lo aceptaré con todo el valor que me sea posible.
- ¿Le inquieta la muerte pues llega a hacerla protagonista en "La Dama del Alba"?
- Es su presentación al modo de Séneca, como una buena amiga, fiel compañera maternal que nos espera para hacernos descansar al final del camino. Radicalmente española, es la mejor considerada por la crítica; temo mucho más su estreno que el de "La sirena varada", en la que me enfrentaba a mi público. En la "Dama del Alba" voy a enfrentarme con mi pueblo.
- Los dos tan respetables... 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

REFERENCIA A LA DAMA DEL ALBA EN INGLÉS

LA DAMA DEL ALBA (fragmento del acto tercero)

La peregrina y Los niños.

ANDRÉS: Pero hoy no es noche de dormir. ¡Es la fiesta de San Juan!
DORINA: ¿En los otros pueblos también encienden hogueras?
PEREGRINA: En todos.
FALÍN:¿Porqué?
PEREGRINA: En honor del sol. Es el día más largo del año, y la noche más corta.
FALÍN: Y el agua, ¿No es la misma de todos los días?.
PEREGRINA: Parece; pero no es la misma.
ANDRÉS: Dicen que bañando las ovejas a medianoche se libran de los lobos.
DORINA: Y la moza que coge la flor del agua al amanecer se casa dentro del año.
FALÍN: ¿Por qué es milagrosa el agua esta noche?
PEREGRINA: Porque es la fiesta del Bautista. En un día como éste bautizaron a Cristo.
DORINA: Yo lo he visto en un libro: San Juan lleva una piel de ciervo alrededor de la cintura, y el
Señor está metido hasta las rodillas en d mar.
ANDRÉS: ¡En un río!.
DORINA: Es igual.
ANDRÉS: No es igual. El mar es cuando hay una orilla; el río, cuando hay dos.
FALÍN: Pero eso fue hace mucho tiempo, y lejos. No fue en el agua de aquí.
PEREGRINA: Esta noche todos los ríos del mundo llevan una gota del Jordán. Por eso es milagrosa el agua.
Texto 2: Acto cuarto: Telva y las Sanjuaneras.
TELVA: (...) ¡Todo el año hilando para lucir una noche!
SANJUANERA 3": Lástima que sea la más corta del año.
SANJUANERA 4": Bien lo dice el cantar:
Ya vino San Juan Verde,
Ya vino y ya se vuelve...
SANJUANERA 1": Pero mientras viene y se va cada hora puede traer un milagro.
TELVA: Ojo, que algunos los hace el diablo y hay que llorarlos después.
SANJUANERA 3
a
: ¡Quién piensa en llorar un día como este! ¿Usted no fue nunca moza?
TELVA: Porque lo fui lo digo. El fuego encandila el sentido, la gaita rebrinca por dentro como un
vino fuerte..., y luego es peligroso perderse por los maizales calientes de luna.
SANJUANERA 1*: Alegría es lo que pide el Santo. Al que no canta esta noche no lo miran tus ojos.
SANJUANERA 2": Yo ya he puesto al sereno la sal para las vacas. Dándosela con el orvallo del
amanecer siempre paren hembras.
SANJUANERA 3": Yo he tendido la camisa al rocío para que me traiga amores y me libre del mal.
SANJUANERA 1*: Y yo tiraré todos mis alfileres al agua al rayar el alba;
por cada uno que flota hay un año feliz.
TELVA: Demasiados milagros para una sola noche. Este año, por marzo, hubo en la aldea cuatro
bautizos.
SANJUANERA I: ¿Y eso que tiene que ver?
TELVA: San Juan cae en Junio. ¿Sabes contar moza?
SANJUANERA 2 : Miren la vieja maliciosa con lo que sale...


martes, 27 de diciembre de 2011

LA DAMA DEL ALBA (fragmento)

Abuelo: Mírame a los ojos y atrévete a decir que no me conoces. ¿Recuerdas el día que explotó el grisú en la mina? También yo estaba allí, con el derrumbe sobre el pecho y el humo agrio en la garganta. Creíste que había llegado mi hora y te acercaste demasiado. ¡Cuando, al fin, entró el aire limpio, ya había visto tu cara pálida y había sentido tus manos de hielo! Peregrina (Serenamente.): Lo esperaba. Los que me han visto una vez no me olvidan nunca… Abuelo: ¿A qué aguardas ahora?, ¿Quiéres que grite tu nombre por el pueblo para que te persigan los mastines y las piedras? Peregrina: No lo harás. Sería inútil. Abuelo: Creíste que podías engañarme, ¿eh? Soy ya muy viejo, y he pensado mucho en ti. Peregrina: No seas orgulloso, abuelo. El perro no piensa y me conoció antes que tú. (Se oye una campanada en el reloj. La Peregrina lo mira sobresaltada.) ¿Qué hora da ese reloj? Abuelo: Las nueve y media. Peregrina (desesperada.): ¿ Por qué no me despertaron a tiempo? ¿Quién me ligó con dulces hilos que no había sentido nunca? (Vencida.) Lo estaba temiendo y no pude evitarlo. Ahora ya es tarde. Abuelo: Bendito el sueño que te ató los ojos y las manos. Peregrina: Tus nietos tuvieron la culpa. Me contagiaron su vida un momento, y hasta me hicieron soñar que tenía un corazón caliente. Sólo un niño podía realizar tal milagro. Abuelo: Mal pensabas pagar el amor con que te recibieron. ¡Y pensar que han estado jugando contigo! Peregrina: Bah!, Los niños juegan tantas veces con la muerte sin saberlo. Abuelo: ¿A quién venías a buscar? (Poniéndose ante la escalera.) Si es a ellos tendrás que pasar por encima de mí. Peregrina: ¡Quién piensa en tus nietos, tan débiles aún! ¡Era un torrente de vida lo que me esperaba esta noche!

La dama del alba (fragmento)

PEREGRINA. -Ayer no sabías aún que estabas enamorada...
ADELA. -¿Es esto el amor?
PEREGRINA. - No, eso es el miedo de perderlo. El amor es lo que sentías hasta
ahora sin saberlo. Ese travieso misterio que os llena la sangre de alfileres y la garganta
de pájaros.
ADELA. - ¿Por qué lo pintan tan feliz si duele tanto? ¿Usted lo ha sentido alguna vez?
PEREGRINA. - Nunca. Pero casi siempre estamos juntos. ¡Y como os envidio a las
que podéis sentir ese dolor que se ciñe a la carne como un cinturón de clavos pero
que ninguna quisiera arrancarse!
ADELA. - El mío es peor. Es como una quemadura en las raíces..., como un grito
enterrado que no encuentra salida.
PEREGRINA. - Quizá. Yo del amor no conozco más que las palabras que tienen
alrededor y ni siquiera todas. Sé que por las tardes, bajo los castaños, tiene dulces
las manos y una voz tranquila. Pero a mí sólo me toca oír las palabras desesperadas
y últimas. Las que piensan con los ojos fijos las muchachas abandonadas cuando se
asoman a los puentes de niebla..., las que se dicen dos bocas crispadas sobre la
misma almohada cuando la habitación empieza a llenarse con el olor del gas...
Las que estabas pensando tú en voz alta hace un momento.

LA DAMA DEL ALBA (fragmento del primer acto)

ACTO PRIMERO

En un lugar de las Asturias de España. Sin tiempo. Planta baja de una casa de labranza que trasluce limpio bienestar. Sólida arquitectura de piedra encalada y maderas nobles. Al fondo, amplio porton y ventana sobre el campo. A la derecha, arranque de escalera que conduce a las habitaciones altas, y en primer término del mismo lado salida al corral. A la izquierda, entrada a la cocina, y en primer término la gran chimenea de leña ornada en lejas y vasares1 con lozas campesinas y el rebrillo rojo y ocre de los cobres. Apoyada en la pared de fondo, una guadaña. Rústicos muebles de nogal y un viejo reloj de pared. Sobre el suelo, gruesas esteras de soga. Es de noche. Luz de quinqué.

(LA MADRE, el ABUELO y los nietos, ANDRÉS, DORINA y FALÍN2 terminan de cenar. TELVA3 , vieja criada, atiende a la mesa.)

ABUELO.— (Partiendo el pan) Todavía está caliente la hogaza. Huele a ginesta4 en flor.
TELVA.— Ginesta y sarmiento seco; no hay leña mejor para caldear el horno. ¿Y qué me dice de ese color de oro? Es el último candeal de la solana.
ABUELO.— La harina es buena, pero tú la ayudas. Tienes unas manos pensadas por Dios para hacer pan.
TELVA.—¿Y las hojuelas de azucar? ¿Y la torrija de huevo?5 Por el invierno bien que le gusta mojada en vino caliente. (Mira a la MADRE, que está de codos en la mesa, como ausente.) ¿No va a cenar nada, mi ama?
MADRE.— Nada.

(TELVA suspira resignada. Pone leche en las escudillas de los niños.)

FALÍN.— ¿Puedo migar6 sopas en la leche?
ANDRÉS.— Y yo ¿puedo traer el gato a comer conmigo en la mesa?
DORINA.— El sitio del gato es la cocina. Siempre tiene las patas sucias de ceniza.
ANDRÉS.— ¿Y a ti quién te mete? El gato es mio.
DORINA.— Pero el mantel lo lavo yo.
ABUELO.— Hazle caso a tu hermana.
ANDRÉS.— ¿Por qué? Soy mayor que ella.
ABUELO.— Pero ella es mujer.
ANDRÉS.— ¡Siempre igual! Al gato le gusta comer en la mesa y no dejan; a mi me gusta comer en el suelo y tampoco.
TELVA.— Cuándo seas mayor mandarás en tu casa, galán6bis.
ANDRÉS.— Sí, sí; todos los años dices lo mismo.
FALÍN.— ¿Cuándo somo mayores, abuelo?
ABUELO.— Pronto. Cuando sepáis leer y escribir.
ANDRÉS.— Pero si no nos mandan a la escuela no aprenderemos nunca.
ABUELO.— (A la MADRE.) Los niños tienen razón. Son ya crecidos. Deben ir a la escuela.
MADRE.— (Como una obsesión.) ¡No irán! Para ir a la escuela hay que pasar el río… No quiero que mis hijos se acerquen al río.
DORINA.— Todos los otros van. Y las chicas también. ¿Por qué no podemos nosotros pasar el río?
MADRE.— Ójala nadie de esta casa se hubiera acercado a él.
TELVA.— Basta; de esas cosas no se habla. (A DORINA, mientras recoge las escudillas.) ¿No querías hacer una torta de maíz? El horno ya se estará enfriando.
ANDRÉS.— (Levantándose, gozoso de hacer algo.) Lo pondremos al rojo otra vez. ¡Yo te ayudo!
FALÍN.— ¡Y yo!
DORINA.— ¿Puedo ponerle un poco de miel encima?
TELVA.— Y abajo una hoja de higuera para que no se pegue al rescoldo. Tienes que ir aprendiendo. Pronto serás mujer… y eres la única de la casa. (Sale con ellos hacia la cocina.)

(MADRE y ABUELO)

ABUELO.— No debieras hablar de eso delante de los pequelos. Están respirando siempre un aire de angustia que no los deja vivir.
MADRE.— Era su hermana. No quiero que la olviden.
ABUELO.— Pero ellos necesitan correr alsol y reír a gritos. Un niño que está quieto no es un niño.
MADRE.— Por lo menos a mi lado están seguros.
ABUELO.— No tengas miedo; la desgracia no se repite nunca en el mismo sitio. No pienses más.
MADRE.— ¿Haces tú otra cosa? Aunque no la nombres , yo sé en que estás pensando cuando te quedas horas en silencio, y se te apaga el cigarro en la boca.
ABUELO.— ¿De que vale mirar atrás? Lo que pasó, pasó y la vida sigue. Tienes una casa que debe volver a ser feliz como antes.
MADRE.— Antes era fácil ser feliz. estaba aquí Angélica; y donde ella ponía la mano todo era alegría.
ABUELO.— Te quedan los otros tres. Piensa en ellos.
MADRE.— Hoy no puedo pensar más que en Angélica; es su día. Fue una noche como ésta. Hace cuatro años.
ABUELO.— Cuatro años ya…

(Pensativo se sienta a liar un cigarrillo junto al fuego. Entra del corral el mozo del molino, sonriente, con una rosa que, al salir, se pone en la oreja.)

QUICO.— Buena noche de luna para viajar. Ya está ensillada la yegua.
MADRE.— (Levanta la cabeza.) ¿Ensillada? ¿Quién te lo mandó?
ABUELO.— Yo.
MADRE.— ¿Y a ti, quién?
ABUELO.— Martín7 quiere subir a la braña8 a apartar él mismo los novillos para la feria.
MADRE.— ¿Tenía que ser precisamente hoy? Una noche como ésta bien podría quedarse en casa.
ABUELO.— La feria es mañana.
MADRE.— (Como una queja.) Si él lo prefiere así, bien está.



  1. vasar, anaquel. Término propio de la región de Murcia.
  2. Rafaelín con la forma abreviada y la terminación diminutiva corrientes en Asturias.
  3. Forma reducida y familiar de Etelvina en Asturias.
  4. hiniesta, retama. “Ginesta” aunque el Dicc. Acad. no indica nada, es la castellanización del asturiano “xinesta”.
  5. Las primeras son los “feisuelos”; las segundas las “turrexas” en Asturias.
  6. Desmenuzar el pan en migas y también echarlas en un líquido.
  7. La elección de este nombre por Casona no parece casual. “Martín significa por antonomasia herrero, pues era el apelativo que se aplicaba a los hombres de este oficio.”
  8. En Asturias y Santander, “Pasto de verano, que po lo común está en la falda de algún montecillo donde hay agua y prado.”

viernes, 5 de agosto de 2011

miércoles, 3 de agosto de 2011

la frase

‎"Rezar es como gritar en voz baja". Alejandro


Casona en La dama del ALba.

Enlace a la obra teatral

En Youtube pueden encontrar la versión completa de La dama del alba producida por la tve española, está divida en partes. Aquí les dejamos el enlace a la primera parte, y esperámos que la disfruten:


martes, 2 de agosto de 2011

Argumento

Retablo en cuatro actos
Acto I: La familia reunida en la conversación, se pone de manifiesto que la madre ha perdido una hija supuestamente ahogada en el río que pasa por el pueblo, hace cuatro años. Angelica se había casado con un joven llamado Martin tres días antes de su muerte. Su cuerpo no fue
encontrado, la madre se lamenta de no haberla podido sepultar. La obra se inicia en el aniversario de su cuarta muerte. La Peregrina aparece en la puerta. El abuelo sabe que conoce a la Peregrina, pero no recuerda de dónde. Los niños juegan con ella y ella se ríe de un modo que asusta a los niños. Dice que nunca había reído antes. También le sorprende encontrar en su interior un corazón que late. La criada de la casa acuesta a los niños, pero antes de que se duerman les pide que la despierten antes de las nueve, y la Peregrina se duerme. El abuelo se queda pensando en qué conoce a la Peregrina.

Acto II: En el mismo lugar, minutos después. El abuelo se da cuenta de que la Peregrina es La Muerte; la reconoció porque la había visto cuando estuvo en un accidente ocurrido en una mina años atrás, en el que murieron los 7 hijos de Telva; la criada de la familia. El abuelo despierta a la Peregrina, le dice que la ha reconocido y le pide que deje a su familia tranquila, puesto que ya han sufrido demasiado. La peregrina manifiesta que no le sorprende que la haya reconocido ya que según ella quienes están cerca suyo nunca la olvidan y también dice que había llegado a la casa para llevarse a Martin, el dueño de la casa donde vivían la madre y sus tres hijos, pero ella perdió su oportunidad cuando no la despertaron antes de las nueve, ya que, era su hora. La muerte, que se describe en términos muy humanos en la obra, explica que no hace más que obedecer a las órdenes, que ella no había elegido ser la muerte, sino que le tocó a ella matar a las que le mandaran y no poder morir nunca. Mientras tanto, Martin trae a Adela, una joven que se intentó suicidar en el mismo río donde supuestamente murió Angélica. La peregrina le comenta al Abuelo que volverá en siete lunas llenas, es decir, el 24 de junio, fiesta se San Juan.

Acto III: Adela se convierte en parte de la familia, inconscientemente comienza a tomar el papel que Angélica había tenido una vez, como hija y hermana. La Madre de Angélica le presta a Adela la ropa de Angélica, peinandola también del mismo modo y tratando en lo posible de hacerla parecerse a Angélica. Han pasado siete lunas desde el Acto II y es la noche de San Juan, noche de milagros y de baile alrededor de las hogueras. En el pueblo se prepara una gran fiesta. Llega la Peregrina tal como se lo comentó al abuelo, pero, está confundida acerca de cuál es su misión. Provoca una reunión entre Martín y Adela, y escucha sin ser vista. En esa conversación, Martín le revela a Adela dos secretos: 1) Angélica no ha muerto, sino que, cuando creyeron que se había ahogado, en realidad huyó con un amante. Martin no lo había revelado a su familia para no arruinar los recuerdos que la Madre y el pueblo tienen de Angélica. 2) Aunque ha sido duro y no se ha hablado mucho de Adela, él está realmente enamorado de ella. Martin también describe que en el pueblo los chismosos dicen que Adela está sustituyendo a Angélica, y sugieren que terminará por hacer pareja con Martín. Martín decide que debe dejar de proteger a Adela de los chismorreos del pueblo, y, sabiendo que Angélica vive, no puede cortejarla libremente como quisiera. Adela se queda llorando, porque ella también ama a Martín. Deciden pasar esa noche bailando en la fiesta del pueblo y olvidar que Martín partirá al día siguiente. La Peregrina le dice al abuelo que, después de escuchar esa conversación, tiene en claro para qué vino a la casa.

Acto IV: Angélica regresa durante la fiesta de San Juan, sin ser vista por nadie en el pueblo. Se encuentra con la Peregrina, y le cuenta que ha sido miserable y que su amante la ha abandonado. Ella quiere retomar su vida anterior. La Peregrina le dice que no es posible porque ya ha sido sustituida por Adela, y que provocará más dolor a su familia, puesto que su madre, su abuelo, su marido y sus hermanos han logrado rehacer su vida. La peregrina le muestra que ha perdido todo, y que sólo puede salvar el buen recuerdo que de ella tienen los que la amaron, proponiéndole unirse a ella en el río (es decir, a cometer suicidio). En la última escena, gente del pueblo encuentra el cuerpo de Angélica en el remanso. La madre llora de alegría, porque sabe que al fin podrá sepultarla como siempre quiso desde su muerte.

ediciones de la Dama del alba




Cátedra

Losada ediciones

Antigua portada de Las dos Carátulas


ediciones del subsuelo

Editorial Edaf

Estreno en Madrid

Teatro Bellas Artes de Madrid


Casi disicietea años después, tras el exilia, la obra se estrena en Es España el 23 de abril de 1962 en el Teatro de las Bellas Artes de Madrid con dirección de José Tamayo Rivas y escenografía de Emilio Burgos. El elenco estaba integrado por:

Antonio Vico... el abuelo
Milagros Leal... Telva
Ana María Noé...a madre
Asunción Sancho...la peregrina
Completaban el elenco: Julieta Serrano, Gemma Cuervos, Rafael Arcos y Majo del Mar,entre otros

La comedia obtuvo un gran suceso en Europa fue traducida en 12 lenguas y llevada al cine y a la televisión.

Artículos publicados en 1964 con motivo del estreno de La dama del alba en Madrid

Ofrecemos aquí enlaces a la lectura de trabajo y artículos editoriales publicados sobre la Dama del alba de Alejandro Casona. El primero de ellos es excelente y recomendamos su lectura:

"Tengo nombre de mujer" El personaje de la peregrina en La dama del alba por Joaquín Juan Penalva


Diario ABC de Madrid del 24 de abril de1962 con el estreno de La dama del alba

La frase

"Vale más sembrar una cosecha nueva que

llorar por la que se perdió" Alejandro Casona

La dama del en Alba

Estreno en Buenos Aires

Esta obra se estrenó en el Teatro Avenida de Buenos Aires el 3 de noviembre de 1944 por la compañía de Margarita Xirgu, y en entre otros: Alberto Closas como Martín de Narcés, Amelia de la Torre en el papel de Angélica y Susana Canales como Dorina, con escenografía de Gori Muñoz.
La actriz Margarita Xirgu, protagonista de la obra





Vistas del Teatro Avenida de Buenos Aires



El autor y los actores saludando al público en la noche del estreno

LA DAMA DEL ALBA

Escena de una representación de la actriz mexicana María Teresa Montoya, en la Dama del Alba en 1945

Empezamos el recorrido con esta obra porque además de ser una de las más exitosas y emblemáticas, considerada unánimemente por la crítica su obra más lograda y paradigma del teatro poético de Casona, el mismo autor la consideraba la mejor de las suyas. Es una semblanza  plena de lirismo de su Asturias y de su Besullo natal que añoraba y que llevaba tan profundamente acendrada en su corazón durante su largo exilio en América.
Retrata  de una manera tan vívida su terruño, que al lector o al espectador le da la impresión de estar ahí.  Desfilan paisajes  de ensueño, la niebla que lo envuelve todo y le da un aspecto casi irreal, la afición de su pueblo por los viejos romances españoles, su gente, sus costumbres, su folklore, la tradicional popular fiesta de la noche de San Juan alrededor de la fogata con sus bailes y canto, sus leyendas y supersticiones, sus costumbres y vocablos regionales, todo impregnado por una la belleza, la poesía y la nostalgia de la evocación.


LA FRASE

"Los niños juegan muchas veces con la muerte


sin saberlo" Alejandro Casona en La dama del


Alba

domingo, 31 de julio de 2011

TRAS LOS PAISAJES DE LA DAMA DEL ALBA

LOS INVITAMOS A REALIZAR UN MÁGICO RECORRIDO POR BESULLO, ESCENARIO DE LA DAMA DEL ALBA Y TIERRA NATAL DE ALEJANDRO CASONA






Vista de Besullo, escenario de la dama del Alba


Acaso Casona haya recorrido este bello sendero, y se
imaginó que por allí se acercaba al pueblo la dama del alba, con su hábito y su bordón de peregrina.


La nevada




Puente y deshielo





El río por el que se fue Angélica




Típica casa campesina de Besullo, como la de la dama del alba





Hoguera y fiesta y baile y vestidos típicos de la noche sanjuaninos en Asturias